A partir de alguna charla con mi compañera capacitadora Liliana Medeiros surge en mi la inquietud sobre los laboratorios móviles. Ella ya tenía algo de experiencia en el tema ya que sus alumnas del Profesorado de primaria deben armar un dispositivo de este tipo en el espacio que dicta. Durante el año 2007 se me ocurrió introducir el uso de Minilaboratorios en el Espacio de la Práctica del Profesorado de Química (3er año) del ISFD Nº99. La experiencia resultó gratificante para mí y enriquecedora para los alumnos. La consigna fue bastante abierta, ya que la idea pasaba por decidir qué materiales, utensilios, reactivos y objetos comunes serían útiles para la enseñanza de la Química (o de las Ciencias Naturales en general) en el aula. Las pautas eran claras: pensar qué prácticas experimentales se podrían incorporar a las clases, qué materiales serían de utilidad para clarificar conceptos o ponerlos en acción y cómo hacer para que todo eso no ocupe demasiado espacio ni sea muy pesado para transportar. El minilaboratorio debía ir acompañado de una serie de fichas con las experiencias diseñadas.
El uso de minilaboratorios tiene sus particularidades: sirve principalemnte para demostraciones, permite a los alumnos explorar experimentalmente frente a nuevos temas, debe estar adecuado a la edad y nivel del grupo en el que se utilice. Es frecuente que los docentes que utilizan minilabs tengan mucho material en casa y decidan qué llevar según la clase que darán ese día; otros siempre llevan de todo y así están mejor preparados para improvisar y cambiar sobre la marcha la elección de las prácticas. En algunas escuelas se decidió crear "cajas de laboratorio" con las mismas características; suelen ser cajas propiamente dichas con materiales y reactivos mínimos que se pautan a principio del año, se distribuyen en grupos de alumnos que tienen la obligación de cuidarla, limpiar y ordenar los materiales cuando se usaron y de incoprpor nuevas cosas si lo desean. El uso del laboratorio móvil no va en contra del laboratorio escolar tradicional, sino que viene a cubrir un espacio medio vacio o abandonado: la experimentación en el aula, y puede perfectamente compatibilizar con el laboratorio cómo ámbito de enseñanza.
Bien, ¿pero qué había en los laboratorios móviles? ...de todo un poco por suerte!!! vasos, tijera, cepillo, tubos de ensayo, botellitas y/o potes con distintas sustancias: azufre, bicarbonato de socio, sal de mesa, azucar, glucosa, agua destilada, alcohol fino, lavandina, detergente, y mucho más. También habían puesto algún tipo de mechero (de alcohol), broche, jarrito para calentar, gradilla, sorbetes, encendedor, fósforos, globos, embudo, velas, plastilina, ganchitos, vaso medidor de cocina, esponja, trapo tipo rejilla, banditas elásticas, almabres y distintos tipos de metales. Además la mayoría contaba con lapiceras, fibras, papeles (de distintos tipos) y otras tantas cosas muchas de las cuales estaban construidas con materiales caseros. El tamaño final del dispositivo fue determinado por cada alumno en función de su movilidad (auto, colectivo, bici) lo que marcó amplias diferencias en el armado y selección de materiales.
2 comentarios:
stella.encuentro super lo que has hecho.
mira busando en la web me encontre con lo tuyo.
Soy dueño de una comercializadora y atiendo colegios. me han encargado lab.moviles de quimica y cs.naturales.
me puedes ayudar en que parte de santiago puedo adquirir material para ello.
Hola Elias, te cuento que estos laboratorios móviles se preparan con material casero, de descarte, del botiquín... etc, supongo que se puede sugerir un tipo de caja plástica cómoda y una serie de elementos que sean útiles para hacer experimentos, pero su armado depende de las necesidades del docente.
Saludos!
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